Si, muchas veces a lo largo de nuestra vida sentimos miedo, el miedo es una respuesta ante una situación de amenaza, literalmente, creemos que no contamos con los recursos necesarios para afrontar determinada situación. Muchas veces la situación que nos “amenaza” es una creación propia, es decir aún no se ha dado la situación, pero nosotros ya experimentamos el miedo, que cuando no está debidamente controlado podría convertirse en pánico o en fobia. Y aquí está lo que hace la diferencia.
- Podríamos “saber” que no contamos con los recursos necesarios y por tanto sentiríamos miedo.
- Podríamos “creer” que no contamos con los recursos necesarios e igual sentiríamos miedo.
- O podríamos no sentir miedo, porque tuvimos experiencias anteriores en la que nos dijeron que sentir miedo era de cobardes, por lo que bloqueamos el miedo y nos lanzamos ante la situación sin contar con los recursos necesarios.
Entonces como debemos actuar cuando sentimos miedo:
- Evaluar si es real que no contamos con los recursos necesarios para afrontar la situación.
- Si no contamos con los recursos, ¿podríamos adquirirlos y enfrentar la situación?
Que hacer para poder evaluar las situaciones adecuadamente:
- Tener una mente neutral desarrollada, es decir que nuestra mente sea capaz de evaluar objetivamente las situaciones de tal forma que sea lo mejor para nosotros.
Meditar, cuando entrenamos a nuestra mente, esta se convierte en una aliada nuestra.